domingo, 11 de abril de 2010

Campo de juego



He olvidado intercalar letra tras letra para dar forma a todo lo que he tenido que olvidar hoy. Escondiéndome tras una leve sonrisa de soñador apenas sostengo mi mirada sobre mis dedos rebeldes de vida.

La única razón por la que me mantengo activo es para poder mantener la mirada erguida, atenta a todos los avatares que nuestras desdichas nos han preparado.

La noche no es mi campo de juego, ni yo su mejor peón. Una retirada a tiempo es mejor que caer en desgracia y bajar el telón lo mejor de esta función.

Los niños seguirán jugando ajenos a lo que les aguarda. Les dejaré pedacitos de pan para enseñarles el camino incorrecto. Decide. Elígeme y gozarás de las mejores vistas al mar. Prepárate para la caída. No todos sabemos jugar.

Toca el fin del recreo. No queda nadie en el campo de juego. Tan sólo una pelota solitaria que continúa botando.

3 comentarios:

  1. Suena triste esto, amigo turista. Tenemos el poder para cambiar lo que queramos, siempre que se quiera hacer, claro :)

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  2. A las 6 de la madrugada uno es incapaz de poner buena cara y mejores palabras...ni me acuerdo de como llegaron hasta aqui ;)

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