lunes, 27 de julio de 2015

Requiem por un sueño

Tras las últimas semanas convulsas a nivel político en nuestra querida Europa no puedo dejar de sorprenderme por la candidez con la que nos acostamos a diario. Miro a mi izquierda o a mi derecha mientras conduzco encontrándome con más y más normas que se incumplen sin parar. Observo el mundo a través de la televisión. Me pregunto que han hecho mal nuestros padres para estar como estamos. ¡No estamos tan mal hombre!. No seas dramático. Eso mismo debieron pensar el pueblo alemán durante la Segunda Guerra Mundial cuando los trenes se cargaban de seres humanos “no aptos” para sus líderes aupados democráticamente no lo olvidemos. Quiero decir que parece que mientras el mal ocurra en casa del vecino no nos preocupamos en exceso. Hay un texto atribuido a Bertolt Brecht que dice lo siguiente: “"Primero vinieron a buscar a los comunistas, y yo no hablé porque no era comunista. Después vinieron por los socialistas y los sindicalistas, y yo no hablé porque no era lo uno ni lo otro. Después vinieron por los judíos, y yo no hablé porque no era judío. Después vinieron por mí, y para ese momento ya no quedaba nadie que pudiera hablar por mí". Hace unos días que se armó una buena en todo nuestro viejo continente. Un presidente de un país, amparándose en su constitución decidió dar la oportunidad a su pueblo para tomar una decisión. Esto fue visto por los países vecinos como una locura, como una afrenta a la razón. ¿Cómo osa someter a las urnas una decisión tan importante? ¿No se da cuenta que está rompiendo con las normas del juego? Esas normas que dicen que si contraes una deuda debes pagar cueste lo que cueste. Lo que no se escucha nunca por parte de los que esgrimen esta serie de frases hechas tan huecas es, que ellos mismos apoyándose en esa misma democracia que insinué anteriormente, compinchados con una serie de crápulas amigos de lo ajeno, han provocado todo lo que estamos sufriendo. Tienen razón. El pueblo Heleno votó a una serie de gobiernos que con su mala praxis condujo al país a la ruina. Justo lo mismo que aquí al lado vamos. El castigo es evidente y clarificador. Paga el pueblo mientras que esos mismos gobiernos / personajes siguen viviendo a cuerpo de rey. Solo algunos pequeños peces gordos, marionetas prescindibles rinden cuentas ante la justicia. Quienes al final se aprietan los cinturones y renuncian a ciertos “privilegios” como una sanidad realmente pública son los mismos de siempre. Tú y yo.
No estoy hablando de soluciones ni de Mesías. Mi desencanto por la especie humana es importante. No hay en realidad líderes valientes ni pueblos preparados para el cambio. La prueba lo tenemos en Grecia, vuelvo a comentar. Se hace un referendum muy significativo los días antes pero nefasto para quienes creíamos que el poder residía en el pueblo. ¿En cuál? Esa idea es bonita, amansa a las fieras pero no deja de ser una salmodia que repetida en infinidad de veces se convierte en una especie de droga. Tras el referendum llega la tormenta de las tormentas. La voluntad del pueblo traicionada, pisoteada, aniquilada. No hay salida. El mensaje está claro. Todo pasa por lo que dicen los poderes que provocaron nuestra caída, esos mismos que regulaban y controlaban lo que pasaba en nuestro sistema bancario. Esos mismos poderes que ahora recetan aspirinas para tratar el cáncer eran hasta hace bien poco los mismos que inyectaban el veneno del “neoliberalismo” más desbocado. No rules. Dejar hacer gritaban a los cuatro vientos. Pues bien. Gracias. Esto lo habéis provocado vosotros con nuestra complicidad. Somos en parte responsables. ¿No lo sabes? Votamos. Claro que seguramente al igual que yo, desconocemos la mitad del guión. No se de economía ni de grandes números. No sé defraudar ni siquiera en mi propia casa un trozo de fuet. Durante estos años nos hemos dedicado a vivir con los ojos cerrados recogiendo del “árbol prohibido del capitalismo” sus frutos jugosos. ¿Porqué razón no voy a vivir por encima de mis posibilidades si en realidad tengo esas posibilidades? Si no es posible ni lo intento. Pero en general, todo es posible. Solo hace faltan cómplices. Bien. Esto es lo que ha pasado. Que al final de la fiesta quienes tienen que limpiar toda la mierda somos los mismos de siempre una vez más.
El mensaje tras el “Caso Varoufaquis” o lo que es lo mismo, el órdago de Grecia a Alemania y compañía es claro. No importa para nada la soberanía nacional cuando estamos hablando de deudas. No importa nada el sufrimiento de un pueblo provocado por medidas espartanas cuando hay que pagar a aquellos que en su momento robaron a puertas abiertas. Aquellos que lo permitieron, los mismos que ahora van dando lecciones de “castidad” fueron los que en su día alentaban a la orgía de pan y vino. Nosotros, oh míseros mortales, aceptamos el pacto. Hoy mismo me entero que España se negó a debatir sobre la quita de la deuda Griega hasta después de las elecciones nacionales. Deja claro que nuestro gobierno actúa por intereses partidistas y no por cuestiones que tengan que ver con la solidaridad o el más mínimo principio de justicia. Darle la vuelta a la tortilla. Si fueras griego, ¿qué pensarías? No hay más salida parece ser que agachar la cabeza y decir amén. Todos los analistas no afines a la secta hablan de gran error. Lo estamos comprobando. Dicen por aquí que se está saliendo de la crisis. Se han creado 500.000 empleos. Hablan de grandes números con espuma en la boca. Cuando les preguntas sobre la precariedad laboral y el empobrecimiento de la clase trabajadora te contestan con el tópico de “prefiero cobrar poco y comer que no hacerlo”. Una gran respuesta para quienes tienen que diseñar el futuro de nuestro país. Queda claro que la división entre la Europa rica y la Europa de servicios, la del sur es evidente. Algunos piensan en que es algo pasajero pero tal vez nos equivocamos y sea en realidad un nuevo rediseño de una Europa que cada vez demuestra con menor prudencia y disimulo, su incapacidad para gestionar grandes crisis humanitarias como es esta. Ocurrió anteriormente en las cruentas guerras sectarias de la ex Yugoslavia por citar un caso reciente. Ocurre a diario con la sangría de la inmigración. Ocurre de nuevo con esta gran estafa de la gripe americana. Recuerda que todo empezó allí pero eso es historia en el país de las oportunidades mientras que aquí, es nuestra futura y única oportunidad. El pueblo ha sido silenciado. Viva el pueblo hasta después de las elecciones.
¿Qué quieres que haga? ¿Me quemo a lo bonzo? No. Educa a tus hijos para evitar que lleguen a convertirse en esta jauría de buitres. Educa para que no se dejen seducir por los cantos de sirena de los lobos. Educa para ser pastor y no oveja.

martes, 2 de julio de 2013

Coraje

Coraje para dejarlo todo atrás sin mirar hacia delante. Coraje para cerrar los ojos en la oscuridad, sin paso vacilante. Coraje para tenerte cerca sin poseerte, alejarnos y acercarnos, como mareas errantes. Coraje para soltarme de ti, sin perder el tiempo añorándome. Coraje de volver a vernos Coraje de seguir presos de nuestros miedos Coraje de vivir el tiempo sin preocuparnos por el tiempo Coraje de violar las horas sin apenas bostezos, como manillas esclavas, el uno del otro. Coraje de sonreírte sincero, sin perder el tiempo con celos.

jueves, 10 de enero de 2013

Cobardes

La naturaleza humana es cobarde. Tiene que asegurar su pervivencia. Para ello el cerebro teje toda una maraña de razones y realidades que pueden ser de todo menos, honestas. En el juego de la supervivencia, Darwin lo dejó muy claro. Todo vale. Puedes comprobarlo todos los días en todas las esferas de tu vida. Familiares, amigos, compañeros, jefes, políticos, etc…Todos tenemos una excusa en la boca para poder dormir tranquilos. No estoy hecho para este tipo de lucha. Nunca lo he estado ni lo estaré. Darwin me ha sentenciado. Alfiles, torres, caballos y peones. Encuádrame en la categoría que quieras. Estamos muy lejos de las altas esferas. Para eso hay que saber mentir muy bien, sonreír mejor, y apoderarte del talento ajeno todavía más. Reconozco una cosa. Estamos rodeados de auténticos hijos de puta cobardes. Mean por encima de nosotros y pretenden que asumamos que es lluvia. La lucha de clases continúa. En este país de corruptos, envidiosos e inútiles sin talento al volante de un autobús lleno de niños, tenemos la gran suerte de no disponer, al contrario de lo que sucede en los USA, de permiso de armas y supermercados del plomo. De no ser por eso, creo que tendríamos unas noticias en las que la sección de deporte, duraría menos que el de noticias de interés general. Tengo claro que no tengo ni tendré vocación política. Hay que ser demasiado sectario. Me retiro. La naturaleza humana en muchos aspectos da asco, en otros, da lugar a la esperanza. Como decía Woody Allen, “si Dios existe, debe tener una buena excusa”.

martes, 4 de diciembre de 2012

Medio japoneses

Esta noche dormiré nervioso, recordando lo que es y ha sido. Le gritaré al cielo que no todo está perdido. Bebiendo café, manteniéndome en vilo, para no perder, sonriéndote. Te prometo que no olvidaré esta promesa, olvidaré lo que te prometí, pero esto es un secreto que ya viví. Dicen que la vida es un círculo, recorro sus esquinas, perfectos lugares de simetría donde el error te enseña a perder la razón, o hacerla tuya. Te prometo que no olvidaré esta promesa, olvidaré lo que prometí, sonreirte de nuevo mientras pierdo el honor, y desaparezco, lentamente.

martes, 13 de noviembre de 2012

Perros y nabos

Somos sombras de lo que fuimos y seremos. Cercanos al abismo, a la muerte de los sentidos. Buscamos permanecer dentro de algo, húmedos, aunque haga daño. Soy viejo para decirte esto más el asco que siento es sudoroso, y su capricho, el don con el que apareces. Vete a casa y lame esa mierda que tus heridas rezuman. Vete a casa lamentándote del asco que es tu vida. Duerme tranquila pegada a una botella de moral con la que soportarte reflejada cada mañana. Consuélate con perros y nabos, de paso que te mueres, hazme caso.

Finisterre

Es un detalle prevalecer donde otros han caído, o un estúpido acto de cobardía enmascarada de necesidades vitales, o sencillamente un estado natural de sumisión producto de todo lo anterior. Es un detalle valorar, señorita, la diferencia con indiferencia, o por lo menos, consentir tanta ambiguedad moral sin morirte de verguenza. Es un detalle. Algo que no soporta el género humano. La indefinición que todo lo permite y justifica. La mitificación de la realidad hasta convertir las mentiras en verdades. Tan sólo un detalle.Cambiar las reglas del juego según vamos quemando cuerpos, el sentido común sin sentido consentido, el "todo vale" mientras yo lo diga. Me asquea, no se lo puedo negar señorita. No puedo evitar esbozar en mi cara una mueca de profundo y sentido asco cuando tengo la mala suerte de compartir espacio con semejante personaje, vulgar entre los vulgares, que por desgracia, sufrimos todos a lo largo de nuestra vida. Llámenlo suegra o cuñado, jefe o encargado, marido o si lo prefieren, hagan algo mejor. No lo llamen. Sería un detalle señorita, se lo vuelvo a decir, que en esta vida que nos toca vivir, el karma se manifestase públicamente como aquel mitico personaje de comic de mi añorada infancia. El "motorista fantasma". Como un espíritu justiciero en estos tiempos sin justicia social, encadenaría gargantaas a su moto, poniendo rumbo hasta Finisterre por la AP-9. Tan sólo un detalle.

domingo, 30 de septiembre de 2012

Rutinas

Por escasos segundos ayer saboreé esos momentos en los que puedes mandar a la mierda absolutamente todo. En ese corto e intenso segundo se presentaron ante mi escenas recientes y pasadas, fingidas o pactadas, en las que me enfrentaba al carnaval del día cotidiano. Me pude contemplar a mi mismo disfrutando de la música, del frío marino, del hambre retrasada. Lo demás parecía lejano, apenas gozaba de importancia, y sonreí, mucho y alto. Sonreí. Sé que mañana la rutina volverá a recordar, dejará atrás la borrachera de la semana para golpearme con saña. Una gota más dentro de un vaso que puedo mover o no. Cuesta, sobre todo cuando el vaso se ha convertido en una gran piscina olímpica. Tiraré de la cadena...un poco...todo lo que mi mano izquierda me permita.