lunes, 19 de abril de 2010

Si..estoy aqui... (Parte 1)

El cielo se oscurece por momentos. Nadie vuela. Nada sueña. El frío lo invade todo, lo inunda todo. No puedes escapar de él. Hasta los moribundos lo buscan para acelerar el proceso.

Me levanté y a mi alrededor todos mis seres queridos yacían en el suelo. Inermes la enfermedad o el hambre dieron cuenta de sus historias dejándo un eslabón atrás. Yo.

La casa está arruinada. Me duele todo menos lo importante porque ya no lo siento ni lo recuerdo.

Trato de ver por una ventana rota sin cristales el exterior. Alguna pista de lo que puede estar esperando pero la luz me hace daño. Necesito un tiempo, honrar estos recuerdos e irme, hacia el mar.

domingo, 11 de abril de 2010

Campo de juego



He olvidado intercalar letra tras letra para dar forma a todo lo que he tenido que olvidar hoy. Escondiéndome tras una leve sonrisa de soñador apenas sostengo mi mirada sobre mis dedos rebeldes de vida.

La única razón por la que me mantengo activo es para poder mantener la mirada erguida, atenta a todos los avatares que nuestras desdichas nos han preparado.

La noche no es mi campo de juego, ni yo su mejor peón. Una retirada a tiempo es mejor que caer en desgracia y bajar el telón lo mejor de esta función.

Los niños seguirán jugando ajenos a lo que les aguarda. Les dejaré pedacitos de pan para enseñarles el camino incorrecto. Decide. Elígeme y gozarás de las mejores vistas al mar. Prepárate para la caída. No todos sabemos jugar.

Toca el fin del recreo. No queda nadie en el campo de juego. Tan sólo una pelota solitaria que continúa botando.

miércoles, 7 de abril de 2010

Aquí, sí, aquí.




(Francis Bacon)



Regreso a casa tras arrastrarme por el día. La noche no será larga me prometo. Tal vez un poco de comida rancia y bebida todavía más rancia aligeren la carga. El dolor de estómago es un viaje placentero por un paraje dónde todo lo que se pudre entre mi mirada, deja de oler.

La casa vacía me acoge con su frialdad. Siempre que llego ante la puerta tengo la misma estúpida esperanza de verte sonreír ante ella esperando la sorpresa de mi cara. Es una vana esperanza. Nuestras vidas se basan en vanas esperanzas rotas la mayoría. Pisoteadas por norma general por nuestros torpes pies o la de nuestros vecinos de alcoba.

No enciendo nada. El silencio es más que suficiente para comunicarse. Me dice cada día lo mismo. No lo repite mucho. Un sólo susurro es más que suficiente para retenerme absorto en medio de la oscuridad, en un sofá demasiado grande para dos. Demasiado espacio para acomodar nuestros egos y no dar nunca el brazo a torcer. Ahora no tengo más remedio que retorcerme de dolor tirado en el suelo sobre la alfombra que nos vio tantas veces volver a nacer.

Las cartas ya no tienen remitente. Hace tiempo que el buzón se ha roto oscilando al capricho del viento. Emite un leve crujido que mis huesos imitan con desagradable exactitud. No se lo reprocho. Me porté mal con ellos. Soy lo más parecido a un saco de huesos disfrazado de carne.

Y sé que duele...que todo al final de su existencia inevitablemente duele aunque la paz sea con uno, duele, aunque te vayas despacio y en silencio, dolerá por un sencillo ejercicio de empatía al dejar atrás toda esta mierda que en ocasiones, apartándola un poco con un palo, descubre la fría tierra que pisan nuestros pies. Una tierra que en este momento añoro entre estos ataúdes de cemento y cristal convertidos en ciudad, cortando de raíz precisamente eso, nuestras raíces.

Ya no se escuchan risas de niños en el patio. Es muy tarde me reprocho...sería estúpido pensar lo contrario. Mañana cuando logre arrastrarme hasta la ducha agradeciendo la fortuna de tener una obligación para ello, me encontraré embutido en el mismo silencio que anoche, en sueños, me acogió.
Termino de enfilar la cena. Dejo que el silencio me envuelva. No tengo frío. No siento y eso es ya para mí un consuelo. Mañana no importa. Ayer ni lo recuerdo. Ahora…déjame contemplarme ahora. No me gusta este reflejo pero me consuelo pensando que es tan sólo eso, un reflejo.

jueves, 1 de abril de 2010

Evol




Las madres no hablan en futuro...ellas tienen su propio lenguaje lleno de repeticiones tan escuchadas como añoradas. Cualquier vista atrás es buena en compañía de su señora madre. Todo gira en torno a "su".

Las madres no hablan de presentes sino de futuros nebulosos. Las nínfulas juegan cerca de las fuentes repletas de tesoros que nadie encuentra. Forman parte de la farándula al igual que nuestras madres agoreras. Ella no solía equivocarse. Te harás daño si sigues jugando con fuego. Todo gira en torno a "su".

Tengo la camiseta blanca salpicada de licor café. Escucho a un amigo gritándo algo de que le empujes hacia la nada. Cada verso de esa canción que suplica es un recordatorio de que no puede olvidarte. Todo gira en torno a "ella". Mi camiseta huele a licor café pero me he acomodado perfectamente a su tacto y ella a mi. Simbiosis. No...levantarse es un esfuerzo superior al de tejer conexiones neurales.

Las madres juegan en tiempos pretéritos. El tiempo se agota y ellas lo saben mejor que nadie por eso se aferran a los tiempos pasados. Mientras haya aliento las palabras tendrán sentido...cuando desaparezca ese hálito con sabor a bocadillo de chocolate las palabras de nuestras madres pretéritas nos quemarán como ascuas en la boca y empezaremos a hablar en pasado de lo que pasado está perdiendo el tiempo en oraciones de mierda mientras la camiseta atrae a moscas sedientas de azucar y mi mano, inerte, lenta, es incapaz de detenerlas.