domingo, 30 de septiembre de 2012

Rutinas

Por escasos segundos ayer saboreé esos momentos en los que puedes mandar a la mierda absolutamente todo. En ese corto e intenso segundo se presentaron ante mi escenas recientes y pasadas, fingidas o pactadas, en las que me enfrentaba al carnaval del día cotidiano. Me pude contemplar a mi mismo disfrutando de la música, del frío marino, del hambre retrasada. Lo demás parecía lejano, apenas gozaba de importancia, y sonreí, mucho y alto. Sonreí. Sé que mañana la rutina volverá a recordar, dejará atrás la borrachera de la semana para golpearme con saña. Una gota más dentro de un vaso que puedo mover o no. Cuesta, sobre todo cuando el vaso se ha convertido en una gran piscina olímpica. Tiraré de la cadena...un poco...todo lo que mi mano izquierda me permita.