sábado, 31 de julio de 2010

Quema!!






Quema la memoria.

Apuro la copa. No me siento triunfador.

Apaga los recuerdos.

Apegos que no volverán a ser nuestros.

Hoy dormiré siendo sincero.

Me muero.

miércoles, 28 de julio de 2010

Espacios






No me gusta compartir espacios privados con personas públicas. Me siento invadido por sus discursos tan predecibles que me dan ganas de invitarles a saltar del coche mientras alcanzo los 120 km.

Existen patrones que se repiten en las personas con las que me suelo encontrar. Desde prepotentes pequeños hombres que visten uniformes hasta cuando tienen su ración semanal de sexo rutinario y anodino hasta aquellos beatos cuyas vidas tienen un número de móvil asociado. La vida de la familia para el domingo y fiestas de guardar. El resto de la semana para salivar.

Parece ser lo normal y común para los mortales. Por suerte alguno se tira en marcha y le pierdo la pista.

Por desgracia, creo que me encontraré con otros muchos seres parecidos en este baile de disfraces en el que me encuentro.

No me gusta compartir mi espacio vital con seres ajenos a mi credo. Al final cedo y tomo algo con ellos. Intercambia sus comentarios sexistas mientras le respondo con silencios tensos y una mínima sonrisa de medio lado. Es la única tregua que le doy.
Se cree que eso es ya un adelante! y se lanza como un kamikaze a detallarme sus lindezas y miserias. Le dejo. Necesito de su arte para sentarme aquí y contártelo una vez más.

No me gusta compartir mi espacio vital a no ser que tengas algo bueno que aportarme.

Por desgracia...por muchos anillos dorados mordorianos que te pongas, seguirás siendo un amigo de lo ajeno, sea bien material o emocional. La ley es muy sencilla.

Ten lo que yo tengo y dejaré de tener. Esta es la fuente de la felicidad eterna. Tener mientras los demás no tenemos.

Me rindo ante tal obviedad mientras me conformo con las sobras...ser y no más.

domingo, 25 de julio de 2010

Aléjame

Intento apagarme. Coser mi boca. Tragar mi propio vómito. Pero no me dejan.
Ellos nunca me dejan. Tampoco preguntan. Mantener la compostura al menos es la opción elegida. Estamos de celebraciones. Sopla la tarta. Un año menos. ¿Balance positivo?. No, no soy hombre de empresa aunque me encuentre en la mayor de ellas.
Mantener las apariencias. Nos da seguridad. Nos proporciona la ilusoria sensación de que todo sigue igual. Miedo al cambio. El cambio hace tiempo que echó a rodar y yo, con él.

Alejarse. Me alejo de ellos. No me siento el centro del Universo, ni tan siquiera un satélite. Hablan y hablan sin parar. El silencio es incómodo y se combate con un poco de indiferencia al tiempo que se hace repaso de las noticias deportivas. Es un buen comodín, sin embargo, dura tanto como un orgasmo.
Me entierro cada vez más en la fina arena. La fría agua se clava en mis piernas. Es el único momento para sentirse vivo. Repito, somos como tocadiscos rayados, la música debe continuar.

El silencio es incómodo. De paso, me marcho con él.
Silencio y yo. Dicen que la felicidad no es cosa de uno. Sin embargo, la infelicidad sí.

Si contengo esta parte del todo negativa, contendré su análogo opuesto aunque tal vez bajo la fina arena, enterrado.

Me alejo de todos vosotros sin que os deis cuenta. Forma parte del todo cuando nada es algo en lo que pensar al menos para mi.

miércoles, 21 de julio de 2010

Lenguas

Tengo dos lenguas. Una para lamer las heridas de tu piel ácida.
Otra para gritarte. Marcar todo aquello que tanto odias de ti misma.

Tengo dos lenguas. Una para saborearte y escupir al aire palabras mudas.
Otra para odiarte. Tararear una melodía repetitiva como nuestra bilis.

Tengo dos lenguas. Una de ellas busca a la otra, esquiva como una anguila.

Tengo dos lenguas. Por más que me empeñe jamás se entenderán.

Tengo dos lenguas. Una bífida para buscar el camino. Otra para encontrarte.
Atrapar los olores que forman parte de mi recuerdo.

Por esta rareza de la naturaleza recorro el mundo enjaulado en un circo de variedades junto a la mujer barbuda y el hombre elefante. Soy una atracción de feria atrapado en un mundo de iguales...quiero escaparme.

Tengo dos lenguas. Una para rozarte desde el deseo de palabras susurradas. Otra para lacerar tu espalda con la urgencia de la huida.

domingo, 18 de julio de 2010

Brindamos?




Ayer recibí un mensaje de madrugada. Estaba tomando una cerveza con un amigo allí donde solíamos gritarnos en silencio. En la casa, arriba.

Vi pasar nínfulas domesticadas por la costumbre del cariño. Nos encontramos una vez más todos los que proponemos encontrarnos. Los hay de todo tipo, tipejos y reflejos. Esa noche no podía quejarme. Tenía toda la claridad mental suficiente para distinguir los claros de las sombras. No dejes que me lie. El tema importante es el mensaje.

Estas pastillas me están matando silenciosamente pero es un mal menor dentro de la fase dolorosa en la que me encuentro.

Todo se tuerce de la noche a la mañana, eso es algo que me ha quedado claro desde hace mucho tiempo. No confío en encontrar a la niña de las uñas rojas. La verdad es que existe mucho ruido a nuestro alrededor, nos acostumbramos a él y somos incapaces de vivir sin él.

Es una cuestión de reeducación. De alejarnos sin consecuencia alguna de todas aquellas personas nocivas para nuestra ya delicada salud. No es fácil. En ocasiones pecamos de demasiado buenos, exaltamos la amistad como si de una jarra de cerveza al aire se tratase y tragamos todo, como aspiradoras ninfómanas de tranquilidad. Mentiras.

Todo cambia de la noche a la mañana, que se lo digan a mi amigo y a mí mismo. Si no cometemos ninguna torpeza no te preocupes que alguien se encargará de romper con la rutina de buenos momentos en la que crees haberte instalado.

Me importa una mierda si me tachas de negativo, hoy me ha dado por ser sencillamente “realista” y escupir lo que he escuchado, visto e intuido. ¿Qué me puedo equivocar?
¿A quién le importa? Sólo te puedo decir una cosa. He leído un mensaje de madrugada, he hablado con un amigo a unas horas en las que tendríamos que estar exaltando la amistad sea lo que sea que signifique para ti, sin embargo esta noche apesta por que la vida se ha cagado encima de nosotros y seguimos creyendo en que no somos la presa.

Renuncia a las buenas maneras. Golpea la mesa. Es hora de protestar y patalear, de morir con las botas puestas. Dicen que el cementerio está lleno de Héroes, nunca te dije que quisiera estar en uno de ellos. La canción que suena ahora habla de la posibilidad de ser Héroes por un día. Tal vez tengan razón. Tal vez es hora de gritar mía!! Ser nosotros los que manejemos el hilo de este telón. Aunque sólo sea por un día.

Existen cosas para las cuales luchar no es la opción sino el único camino. Entiende esta lucha como quieras eso sí, siempre con reglas de las que no apartarse.
Existen caminos por los que uno debe transitar en solitario. Entiende este camino como quieras, eso sí, siempre teniendo claro a dónde quieres llegar, y que los atajos suelen retrasarte más a la larga, sí, piensa a la larga por todo lo que has dejado de ver.

Esta noche toca brindar por nosotros y por mi amigo. Nada más.
Mañana tendré una nueva oportunidad de brindar por ti, por mí…a la mierda todo lo demás. Porque siempre habrá un mañana en el que podamos brindar aunque sea en el breve instante de un final.

jueves, 15 de julio de 2010

Y sé que duele...




Ella me duele…sin previo aviso me golpeó la mandíbula…lenta e inmisericorde.

El dolor se mezcló con pensamientos paranoicos sobre el karma. Repasé mi lista de acciones buenas y malas….Todo en regla. Reacciones de orgullo como mucho pero ni un mal pensamiento.

No os podéis imaginar lo jodido que resulta darse cuenta de la ausencia de dolor cuando este se hace presente. No soporto verlo en nadie ajeno a mí por encima de lo que los instintos primarios permiten. No soporto ver a un niño llorar…me parece una gran injusticia que esa sonrisa tan generosa y despreocupada se vea borrada por la lágrima del miedo.

No soporto ver llorar a una mujer. Me parece una gran injusticia ver esas mejillas abultadas y laceradas salpicadas por la saliva de un perro de presa impotente emocionalmente.

No soporto casi nada sin que mi boca y mis dedos articulen una protesta….vivo en la protesta continua…hacia mí mismo principalmente pero en este momento hacia ella…que me duele, que asiente frente a mí con ese aire lascivo que tanto me cautivó en su día y que busco sin descanso en cada una de mis compañeras de noche que oscilan entre nadie y todas.

Ella duele, mas sin previo aviso se alejó de mi mandíbula rápida y esquiva.
No soporto que el dolor no avise de su marcha, de la incertidumbre ante un alquiler de mi cuerpo sin contrato.

El dolor nos viola y deja su semen allá dónde ninguna mano llega.

Es una cuestión de tiempo susurro. Es una cuestión de dejarse mecer por el viento otra vez más dejando que la tierra absorba todo resto y rastro de su paso.

lunes, 5 de julio de 2010

La rutina de tener piel




Seré breve. Hoy ha sido un día normal, en el que reproduje todos mis rituales rutinarios. Sin embargo, esta angustiosa sensación que tengo en el estómago se vuelve a manifestar como síntoma de que algo va mal.

Seré breve, me empieza a faltar el aire. Ya no encuentro la extraña seguridad por ninguna de mis manías. He perdido el tiempo en un día como hoy. Reproduciendo apegos y desapegos, no dando importancia a la ausencia de llamadas tanto propias como extrañas. El tiempo se pierde y con él todo lo demás que no es poco.

Seré breve…necesito ritualizarte.