jueves, 10 de enero de 2013

Cobardes

La naturaleza humana es cobarde. Tiene que asegurar su pervivencia. Para ello el cerebro teje toda una maraña de razones y realidades que pueden ser de todo menos, honestas. En el juego de la supervivencia, Darwin lo dejó muy claro. Todo vale. Puedes comprobarlo todos los días en todas las esferas de tu vida. Familiares, amigos, compañeros, jefes, políticos, etc…Todos tenemos una excusa en la boca para poder dormir tranquilos. No estoy hecho para este tipo de lucha. Nunca lo he estado ni lo estaré. Darwin me ha sentenciado. Alfiles, torres, caballos y peones. Encuádrame en la categoría que quieras. Estamos muy lejos de las altas esferas. Para eso hay que saber mentir muy bien, sonreír mejor, y apoderarte del talento ajeno todavía más. Reconozco una cosa. Estamos rodeados de auténticos hijos de puta cobardes. Mean por encima de nosotros y pretenden que asumamos que es lluvia. La lucha de clases continúa. En este país de corruptos, envidiosos e inútiles sin talento al volante de un autobús lleno de niños, tenemos la gran suerte de no disponer, al contrario de lo que sucede en los USA, de permiso de armas y supermercados del plomo. De no ser por eso, creo que tendríamos unas noticias en las que la sección de deporte, duraría menos que el de noticias de interés general. Tengo claro que no tengo ni tendré vocación política. Hay que ser demasiado sectario. Me retiro. La naturaleza humana en muchos aspectos da asco, en otros, da lugar a la esperanza. Como decía Woody Allen, “si Dios existe, debe tener una buena excusa”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario