viernes, 24 de septiembre de 2010

Bajo tu superficie





Huelo tu sangre.
Bajo el agua la oscuridad juega, late.
Soy un cazador sin hambre.
Despacio recorro tu nuca,
me atrevo a besarte.

Confundes la presa, ¿quién es el ratón?
La batalla no me interesa,
esperaré a recorrer tus restos
con delicadeza, lengua de león.

Huelo tu sangre.
Busco a ciegas, en esta oscuridad
en la que suelo encontrarte
tus vísceras, la humedad de tus
secretos que no lo son tanto
o eso creo
ya que comparto con tantos
este océano de cazadores cazados
que me resulta extraño oler tu sangre
sin sentirme lejano.

Bajo el agua, la oscuridad juega
te pierdo al tratar de encontrarte.
No miro atrás. Mi lengua es esquiva
de intenciones que no mezclen tu sangre
con mi saliva.

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