No hay nada peor que ser gobernado por un zafio zapatillero.
No hablo de grandes gobiernos de grandes cosas y grandes intenciones y grandes presupuestos...hablo de algo más cercano y cotidiano como el trabajo alienante o no, motivante o no...hablo de ese personajillo casi divino.
Ups...! se me ocurre algo peor...creerse que en verdad te gobierna.
Sí, eso sería trágico. Claro que no te gobierna. ¿Quién sería capaz de gobernar a un turista de emociones? Nunca lo permitas...
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