Algunas despedidas tienen el sabor agridulce del no reencuentro. La vida sigue girando mientras que millones de manos se desengacharán para siempre. Sin embargo, yo intento siempre despedirme, porque sé que si no lo hago, podría arrepentirme sin poder dar marcha atrás.
Yo no quiero despedirme...
ResponderEliminarDespedirse es algo lindo...tiene el encanto de la espera por el reencuentro...el de imaginarse vidas lejanas...tiene su encanto y además es un arte.
ResponderEliminarTambién depende del tipo de despedidas.
ResponderEliminarQuizá nos dejemos empujar por el viento envenenado porque no nos queda otra. A la alegría parece que todavía le falta para llegar.
Algunas despedidas tienen el sabor agridulce del no reencuentro. La vida sigue girando mientras que millones de manos se desengacharán para siempre. Sin embargo, yo intento siempre despedirme, porque sé que si no lo hago, podría arrepentirme sin poder dar marcha atrás.
ResponderEliminarCierto es...y cargar con ese lastre...sería demasiado.
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