miércoles, 4 de noviembre de 2009

Ataraxia

Si estos silencios hablasen estarían llenos de puntos sobre las ies, exclamaciones y explicaciones de los motivos que arrastraron a mis labios a permanecer agrietados, aquietados por tiempo indefinido. Si estos silencios respondiesen a un nombre no sería el de cualquiera de mis amantes, concubinas. Ella era algo más, llena de matices, tanto como cicatrices que dejó tras su paso. Permanece en mi encerrada como un eco en un valle, recorriendo la senda del olvido hasta llegar al recuerdo en el que tanto me he sumergido hasta esta noche donde los dolores superaron todo resto de su estela. La gracia con la que llenó las esquinas viciadas de mi cama se han convertido en telas de araña donde las moscas de mis lamentos se ven atrapadas.

Hoy por la mañana, he abierto la ventana permitiendo al frío aire de Noviembre violar la escena del crimen. Lo ha barrido todo a su paso, alejando de mi el polvo que por las noches me asfixia en sueños impidiéndome soñar por un sueño. Tengo la mente embotada, dopada de tantas cosas que apenas percibo el sutil cambio en mis entrañas…la sensación de no sentir nada…más que yo mismo…llamémosle…ataraxia.

2 comentarios:

  1. Digamos que la ataraxia puede llevarnos a un aliento ficticio. Que lluevan las penas o los besos, pero que llueva. La nada es como estar muerto. ;)

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  2. De la nada no esperas nada, para bien y para mal es una postura cómoda en la que puedes reclinarte durante una temporada hasta que seque el impermeable que llevas como piel.

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