jueves, 15 de julio de 2010

Y sé que duele...




Ella me duele…sin previo aviso me golpeó la mandíbula…lenta e inmisericorde.

El dolor se mezcló con pensamientos paranoicos sobre el karma. Repasé mi lista de acciones buenas y malas….Todo en regla. Reacciones de orgullo como mucho pero ni un mal pensamiento.

No os podéis imaginar lo jodido que resulta darse cuenta de la ausencia de dolor cuando este se hace presente. No soporto verlo en nadie ajeno a mí por encima de lo que los instintos primarios permiten. No soporto ver a un niño llorar…me parece una gran injusticia que esa sonrisa tan generosa y despreocupada se vea borrada por la lágrima del miedo.

No soporto ver llorar a una mujer. Me parece una gran injusticia ver esas mejillas abultadas y laceradas salpicadas por la saliva de un perro de presa impotente emocionalmente.

No soporto casi nada sin que mi boca y mis dedos articulen una protesta….vivo en la protesta continua…hacia mí mismo principalmente pero en este momento hacia ella…que me duele, que asiente frente a mí con ese aire lascivo que tanto me cautivó en su día y que busco sin descanso en cada una de mis compañeras de noche que oscilan entre nadie y todas.

Ella duele, mas sin previo aviso se alejó de mi mandíbula rápida y esquiva.
No soporto que el dolor no avise de su marcha, de la incertidumbre ante un alquiler de mi cuerpo sin contrato.

El dolor nos viola y deja su semen allá dónde ninguna mano llega.

Es una cuestión de tiempo susurro. Es una cuestión de dejarse mecer por el viento otra vez más dejando que la tierra absorba todo resto y rastro de su paso.

4 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

    ResponderEliminar
  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  3. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

    ResponderEliminar
  4. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar