martes, 9 de marzo de 2010

Sonámbulo



Me desperté con la sensación de no haber dormido apenas un par de minutos, el silencio de la calle lo inundaba todo de forma absoluta. Ocasionalmente algún perro ladraba en el exterior ahuyentando a sus fantasmas particulares. Los míos se aferraban inmunes a mis pataletas.

Nunca pude entender esa facilidad de algunas personas para viajar en el tiempo, del pasado al presente, aparecer no en tu cama a tu lado sino más bien en ese extraño limbo de las superficies comerciales, mirar pero no tocar.

Lo peor de perder el nexo con el sueño es que te recuerda tu incapacidad, la impotencia de lograr aquello que tanto deseas como necesitas sabiéndote muy cerca de él. La insoportable idea de que no todo depende de tus pasos puesto que es el camino quien te recorre a ti en ciertas ocasiones de desorientación.


Las horas pasan con extrema lentitud, intento acelerarlas con canciones e imaginaciones sin mucho éxito. Todo esfuerzo me llevaba inevitablemente a recordar los momentos que pudieron ser y no fueron, los que fueron y dejaron de ser, las posibilidades truncadas y los miles de vidas cercenadas a golpe de machete a miles de kilómetros de aquí. Tenemos esa extraña cualidad de alterar la vida presente y futura, no pasada. De manera drástica, sin pedir permiso llegas en lo más frío de la noche y derribas las ilusiones construidas a golpe de inocencia y esperanza.

Cuando me hablan de tener fe, esperanza no puedo evitar esbozar una sonrisa. Ellos no saben nada. Desde sus atalayas de vidas reordenadas hablan de ella como si fuese un bien común que a todos toca con su varita mágica. Sin tener que esforzarse, como si el mero hecho de dejarte poseer por ella bastase para alcanzar alguna meta feliz. Hablan absolutistas ellos de encuentros y búsquedas, de momentos oscuros ahora olvidados.

Sigo sin encontrar la bombilla que encaje e ilumine esta estancia en la madrugada. He recorrido toda forma humana de tienda y mis llamadas a la fábrica nocturna del Norte siguen sin obtener respuesta. ¿Me hablaban de esperanza cuando soy apenas incapaz de encontrarla en el único lugar dónde no sangras? Cierro los ojos con fuerza y deseo dejar de desear.

Viajo en el tiempo al pasado y allí encuentro el recuerdo del buen soñador. Dejo todo esto, escapo.

7 comentarios:

  1. No está bien desear dejar de hacerlo. Piensa que a veces lo deseos se cumplen y después te arrepentirás. Después todo será más jodido, amigo.

    Que te duela, y ya pasará sea lo que sea.

    Un beso.

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  2. Realmente lo D escribes todo muy bien.
    En cuatro palabras.
    Mirar no es tocar.

    ;)

    No soy capaz de encontrar el logaritmo rítmico de tus textos. Una pena.

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  3. No hay logaritmo estructural...no hay más que contenido por encima de continente...no me gustan las ataduras de ningún tipo...

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  4. ...¿la de la foto es una chica?
    ;)
    Jajaja....
    Hace días que no tengo insomnio...
    Las conjuras de los necios siempre tienden a pensar por todos...
    jajajajaja...
    Me has animado el día, gracias Tou. No imaginas cuanto...

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  5. La foto está sacada del google...por su espalda será una chica...

    Ya me explicarás lo de la conjura...mi ser mu primitivo y no entender...

    Ya he hecho la labor buena del dia parece...alegrarte el dia....no sé en que sentido...aunque tampoco importe mucho.

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  6. Eres la contradicción personificada, escrita, plasmada....buaaa....yo que sé la contradicción y punto.

    No sé que quieres que te explique si realmente no importa nada....

    ;)

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  7. La conjura!!ains! no te voy a vivir siempre!!! ;)

    Contradiccion? es el título de una buena canción!

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